Claudio Aguilera
Es periodista y escritor. Ha desarrollado una amplia labor
de investigación y difusión de la ilustración chilena, como cofundador de PLOP!
Galería y jefe del Archivo de Láminas y Estampas de la Biblioteca Nacional.
Recibió el Premio Municipal de Literatura de Santiago 2018 por su libro La
cabeza de Elena, ilustrado por Karina Cocq (Categoría Infantil).
Cuando tenía 10 años, en su escuela anunciaron un premio especial para el alumno con mejor asistencia a clases. No era el mejor estudiante, ni buen deportista ni de muchos amigos, pero ese era un premio que sí podía ganar. No faltó ni una sola vez. Ni siquiera los días de temporal o cuando estaba resfriado y su mamá le decía que se quedara en casa. Esos recuerdos y los pasos de muchas largas caminatas resuenan aún en este libro.
Cuando tenía 10 años, en su escuela anunciaron un premio especial para el alumno con mejor asistencia a clases. No era el mejor estudiante, ni buen deportista ni de muchos amigos, pero ese era un premio que sí podía ganar. No faltó ni una sola vez. Ni siquiera los días de temporal o cuando estaba resfriado y su mamá le decía que se quedara en casa. Esos recuerdos y los pasos de muchas largas caminatas resuenan aún en este libro.
Gabriela Lyon
Es artista visual, ilustradora, y realiza clases de dibujo
en la Universidad Finis Terrae. Ha ilustrado los libros Las aventuras del
Hombre pájaro (2016), Pequeña historia de un desacuerdo (2017) y Un
día soleado (2018), con el que recibió junto al poeta Rafael Rubio el
Premio Municipal de Literatura de Santiago 2019 (Categoría Infantil).
A Gabriela le interesa mucho la vida de los animales. Uno de sus más antiguos recuerdos es el de estar dibujando, durante horas, caballos y perros. De niña, cuando paseaba entre los bosques del sur de Chile, imaginaba que era ciervo, puma o lobo, y jugaba horas en una casa club muy enclenque que se armó con ramitas, barro y lana.
A Gabriela le interesa mucho la vida de los animales. Uno de sus más antiguos recuerdos es el de estar dibujando, durante horas, caballos y perros. De niña, cuando paseaba entre los bosques del sur de Chile, imaginaba que era ciervo, puma o lobo, y jugaba horas en una casa club muy enclenque que se armó con ramitas, barro y lana.